ORIENTACIONES FAMILIARES DE ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE

·         No utilizar un lenguaje infantilizado como “chicha” “guau” “tete” “bibi” o diminutivos "pequeñito" "sillita"... Si el niño/a dice “tete guagua” responderemos “Sí, el chupete se lo ha llevado el perro”.
·         Dedicaremos todos los días un rato a jugar con el/la niño/a, tanto papá como mamá. Durante el juego utilizaremos frases simples y bien articuladas (pronunciadas).
·         Hay que nombrar, decir el nombre de los objetos que rodean al niño/a o que él/ella maneja, le contaremos cómo son y para qué sirven. Ejemplo: la niña juega con una cuchara azul durante la comida y diremos “qué cuchara azul tan bonita” “sirve para comer”
·         Cuando el/la niño/a diga una frase corta deberemos repetir y completarla, por ejemplo: “ama calle” diremos “sí, vamos a la calle”. De esta forma clarificamos y enriquecemos su lenguaje.
·         No debemos insistir para que repita las palabras o frases.
·         Si no entendemos lo que nos quiere decir, ayudaremos preguntando algo al respecto, en vez de obligar a repetir o hacer que se sienta como que no le hemos entendido.
·         Hay que hablar despacio, claro y con una intensidad (potencia) de voz normal. Hacer pausas entre las frases pero sin variar la melodía y entonación.
·         No corregir su pronunciación, no hacer que repita para que lo diga mejor, no imponer un modelo como “mira como lo digo yo” esto puede aumentar su sensación de fracaso o inhibir su comunicación. Lo importante es que se comunique y use su lenguaje.
·         Estar atentos y escuchar, es importante mirar a los ojos cuando hablamos y cuando nos habla.
·         Hay que expresar con palabras la realidad: explicar las cosas que suceden a su alrededor. Hablar de los acontecimientos presentes en el contexto haciendo comentarios acerca de lo que el/la niño/a hace y de lo que hace el adulto.
·         Hay que reforzar sus éxitos, esto le ayuda a reforzar su autoestima y seguridad: refuerzo verbal, físico o material.
·         Favorecer su autonomía y desarrollo personal, dejando que realice todas las actividades que sean de su alcance. Podemos pedir que nos ayude a poner la mesa llevando el pan, las servilletas…
·         Aprovechar cualquier momento del día para hablar con el/a niño/a de las cosas, ya sea en el baño, en la mesa, en el juego.
·         No es bueno preguntar excesivamente “¿qué has hecho? ¿qué has comido? ¿te lo has pasado bien?¿donde has estado?”.
·         El lenguaje debe ser algo positivo para el/la niña, en el caso en que se comunique por gestos, pondremos palabras a esos gestos y é/ella progresivamente nos irá imitando, utilizando el lenguaje si siente que eso es bueno y divertido.

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